CUANDO LA LEUCEMIA ABRAZA A TU HIJO
- cosmostropicale
- Sep 24, 2020
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Updated: Jul 20, 2023
Una madre afligida cuenta cómo es tener un hijo con leucemia, y comparte una foto emotiva de él a los 5 años durante su tratamiento contra la leucemia.


El cáncer no distingue edad, es mortal y va acabando tanto con el padeciente así como con sus familiares. Sin la ayuda de los seres queridos, las víctimas del cáncer no podrían por sí solos; la enfermedad se los impide por tanto detereoro físico que causan las quimioterapias y medicamentos en su cuerpo.
Olga relata cuál fue el impacto que la noticia de que su hijo estaba enfermo de leucemia tuvo en ella, y con la relación con su esposo.
<<Vómitos, náuseas, falta de apetito, moretones, debilidad y dolor de rodillas>> dijo <<Eso es el cáncer>>
"El tratamiento de la leucemia es muy consumidor, consume tu tiempo, dinero y te consume emocionalmente. Yo como siempre he trabajado por mi propia cuenta, puedo decidir qué hacer con mi tiempo, pero hay otros que no son tan suertudos y pierden sus trabajos por descuidarlos".
LOS HIJOS SON PRIMERO
Olga comentó que conforme el tiempo pasaba, entre tantas químios e internamientos, la relación con su esposo empeoró aún más. Dice que planeaba separarse de él desde antes de que le diagnosticaran la leucemia linfoblástica aguda a su hijo, pero los dos al ver que su hijo necesitaba todo el apoyo posible, pospusieron su separación para darle toda la atención al niño.

Centrarse en su hijo se volvió prioridad para ellos, ahora sus vidas oscilaban hacia él y para él. Trataron a su hijo en el hospital Federico Gómez, el cual no es del todo público menciona Olga. Había medicamentos que el hospital no daba y tenían que conseguirlos ellos mismos por su propia cuenta a un precio muy alto.
Las visitas en el hospital eran muy estrictas, estaban establecidas para que nada más una persona pueda estar con el paciente por un tiempo limitado. <<Mi esposo y yo nos rolábamos los turnos, un internamiento él, un internamiento yo. Para nuestro hijo era un apoyo emocional muy grande tener a alguien de nosotros ahí, pero para nosotros el dormir en un sillón viejo con los resortes salientes no era lo más cómodo, terminábamos aún más exhaustos>>.
Se le hicieron algunas preguntas a ambos padres acerca del niño. Se planeaba entrevistar a su hijo también pero los papás nos quisieron.
Lo primero que se les preguntó fue cómo es que se dieron cuenta que su hijo tenía leucemia, y si presentó algún tipo de síntoma detonante relacionado a este tipo de enfermedad. Román –el papá– dijo que su hijo siempre había sido un niño feliz, social y sano hasta los 5 años, que empezaron a notar moretones sin razón aparente en él.
Olga agregó que recuerda que su hijo siempre le decía que le dolían las rodillas, tenía falta de apetito y mucha debilidad, hasta que un día yendo a pasear al parque, comentó que Román Junior ya no pudo más con el dolor de rodillas y colapsó en el piso, fue entonces que de inmediato lo llevaron al hospital para ver qué estaba mal. La mamá parecía estar incómoda por las preguntas, por sus gestos faciales se podía notar cuánto le afectaba y dolía hablar del tema. El papá tenía un semblante demasiado frío y rígido.
Ya que dijeron cuáles fueron los signos de la enfermedad, se aprovechó para preguntárles cómo fue que tomaron la noticia del diagnóstico de la leucemia en su hijo. Román respondió que ha sido la peor noticia que ha recibido en su vida, recuerda cuando el doctor les dijo a ambos que Román Junior tenía leucemia -linfoblástica aguda-, y mencionó que él desde siempre ha tratado de comerse sus sentimientos, y en ese momento no fue la excepción.
Román siguió contando y dijo que su esposa al escuchar la noticia, se pudo notar en su cara un gran dolor:
<<Me pareció haberla visto desconectándose por un momento de la realidad, realmente fue una noticia traumante para los dos, y como si no fuera suficiente el doctor después de decirnos el diagnóstico, nos dijo que nos hiciéramos a la idea de que es muy poco probable que nuestro hijo sobreviva. Quería explotar pero tenía que estar para mi esposa, en uno tenía que caber la prudencia, la cordura y el enfoque. Siempre he sido el hombro de los demás, pero yo jamás lloraría en un hombro ajeno al mío, no me gusta verme débil>>.
Olga no supo qué hacer más que encomendarse a Dios. El mismo día de la noticia trágica, recuerda haber estado en la capilla del hospital Federico Gómez solo para incarse, y romperse en llanto pidiéndole a Dios que se lleve la enfermedad de su hijo. Román trabaja como agente de investigación en la cdmx, y comenta que tanto le dolió saber que su hijo podría morir que consideró darse un balazo con su propia pistola.
<<Consideré terminar con mi vida y es algo que me da mucha pena confesar, pero si no eres padre no puedes entender el amor que se le tiene a un hijo. Estaba con mi dedo en el gatillo a punto de hacerlo, y sonara fantástico para algunos porque para mí no, pero la imagen de Dios me vino a la mente y de repente me sentí con esperanza, como si Dios tratara de decirme que todo saldrá bien>>.
LA PARADOJA DEL CÁNCER EN LA NIÑEZ
Al estar tanto tiempo en un hospital, era inevitable no hacer relaciones con otros padres de familia con hijos que pasaban por una situación similar.
<<Un hospital infantil puede ser un lugar muy oscuro, pero hay algo en los niños que los hace mantener una luz, una esperanza que los mantiene con optimismo. Estando ahí mi hijo hizo muchos amigos, esto lo ayudó a que se le hiciera menos notoria y dolorosa su estancia en el hospital, aunque la mayoría no tuvo tanta suerte y fallecieron en el camino, cosa que nada más notábamos los padres de familia.
Para mi esposo y para mí era muy doloroso ver cómo día tras día un niño moría, nosotros nada más nos quedábamos esperando lo mejor aunque también fue difícil también no esperar lo peor. Nos encomendamos a Dios como nunca y buscamos remedios homeopáticos para evitar que los medicamentos –que son muy abrasivos– afecten algún órgano haciéndolo obsoleto, afortunadamente los medicamentos nunca tuvieron un efecto negativo en él. Lo importante fue nunca perder la fe>>.
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